La Guajira se siente golpeada por las medidas de seguridad alimentaria implementadas por el Gobierno Nacional, la escases de alimentos es una de las principales problemáticas que padecen los wayuu, situación que ha agitado el coraje y las voces de líderes y lideresas que durante años defendieron a su pueblo y jamás declinaron su lucha ante los atropellos de los cuerpos de seguridad, Ana Estela Nava, conocida en todo el territorio de la Guajira como “La Pocha”, es una de ellas, altiva y contundente, decidió hablar sobre la situación actual que vive la tierra que la vio nacer y donde aún vive.

“En la Guajira nos sentimos huérfanos de nuestros representantes indígenas”, es su primera manifestación, “La Pocha”, tiene una voz bravía, todo el que la conoce sabe que es parte de su personalidad, una manera de ser que revela sabiduría: “los dirigentes actuales no hacen nada por mi gente, se esconden detrás de una cortina política o cuestiones personales para no dar la cara a una realidad social que ataca a la Nación Wayuu”.

“La Pocha”, puntualizó en que ya no hay dirigencia indígena, lamentado que sólo estén pendientes de apetencias personales: “si por decir esto me llevan presa, no importa pero no callaré lo que siento y pienso, soy una mujer que tiene la wayuushein (manta) bien colocada, no declino de rodillas ante nadie, en mi tiempo siempre estuve al frente de las verdades, no me importaba enfrentarme a un militar o Guardia Nacional, ahora la dirigencia actual sólo repiten las cosas que dice el gobierno mientras el pueblo wayuu se hunde en la discriminación”.

El poder de la palabra

“La Pocha”, hace referencia a un valor de la cultura wayuu, ella dice que la palabra es la mejor manera de solucionar los problemas de un pueblo, “lamentablemente hemos olvidado esa virtud que tiene el wayuu, constantemente nos escupen la cara, pasan por encima de nuestras tradiciones y no les importa lo que nosotros pensamos de las actitudes de los gobernantes, ignoran la realidad sociocultural del wayuu, ya nuestra palabra no se pronuncia con contundencia como antes”.

“El toro se agarra por los cachos, yo digo que se debe agarrar por los testículos”, puntualizó mientras las carcajadas estremecían la enramada del fondo de su vivienda donde recordó cada una de sus anécdotas pasadas: “yo jamás calle ante nadie, una vez un general pensó que me intimidaría con su voz prepotente diciéndome a mí me duelen mis guardias, yo le dije a mi me duele mi pueblo al que ustedes humillan con sus maltratos, yo creo que la voluntad de decir las cosas cambiaron porque antes había respeto hacia nuestra palabra ahora lo que hay es temor o intereses individuales”.

“La Pocha”, toma un respiro y una taza de café, hace un gesto como rememorando el pasado: “ya no se hacen cabildos abiertos con el pueblo”, ella recuerda que años atrás los dirigentes indígenas así militaran en partidos políticos distintos se reunían para unir esfuerzos y asumir posturas que beneficiaran al colectivo: “recuerdo que cuando existía un problema en la Guajira todos nos reuníamos para buscar la solución, evoco al “Chinito Uriana”, Renato Montiel, mi persona entre otros; que teníamos diferencias políticas pero que siempre nuestro fin era el bienestar del pueblo”.

“Ahora se encierran en cuatro paredes en un hotel lujoso de Maracaibo”, señaló Pocha, haciendo alusión a las reuniones binacionales que se han realizado para solucionar el problema del contrabando y extracción de alimentos: “este problema es interno, porque no vienen hasta aquí a hacer sus reuniones y pedir la palabra del pueblo, será qué no quieren que la opinión pública se entere de la verdad, donde está la igualdad de condiciones que tanto profesan en los medios, pensará la gente que no estoy con el gobierno, pues no, yo estoy a favor de mi pueblo”.

Medidas a medias

“La Pocha”, está en desacuerdo con las medidas implementadas por el Gobierno Nacional para controlar el desabastecimiento, dice que los planes han sido “pañitos de agua caliente”: “ahora hacen el Mercal casa por casa, pero ¿será la verdadera solución llevar cada quince días una bolsa de comida a los habitantes de la Guajira? Y les hago otra pregunta ¿Qué va a hacer la gente de la Alta Guajira que no tenga 300 bolívares para comprar una bolsa de alimento? En la localidad no hay fuentes de trabajo, ya no existe la agricultura y ganadería como antes, deben ser más estratégicos porque con estas medidas lo que sentimos es que nos humillan”.

“La manera como han tratado este problema es indignante y humillante” refiere con furor la mujer wayuu: “me duele ver a mis hermanos frente a la Brigada 13 de Infantería de Paraguaipoa haciendo cola para comprar su bolsa de comida bajo un sol inclemente, nos tratan como si no importáramos nada, ahora tenemos que conformarnos con lo que nos dan, para mi es inaguantable, también nos tildan de bachaqueros si venimos de El Moján o Maracaibo con las compras de comida para nuestro hogar, la Guardia Nacional o el Ejército nos quitan la mitad, Dios! no todos somos contrabandistas, pero allí está el problema que la dirigencia actual no nos defiende”.

“La Pocha”, espera que sus palabras sirvan de reflexión para el pueblo wayuu, “debemos despertar y defender nuestra cultura, nuestro territorio, me lincharan por lo que diré pero por qué vemos a mi gente haciendo colas para comprar comida y no vemos a los grandes jefes haciendo lo mismo, no se jactan diciendo que en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela tenemos los mismos derechos… ahí se los dejo”.
FUENTE: http://www.wayuunaiki.org.ve/

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