PUEBLO KARI´ÑAS


Los kali'na o kari'ña (antiguamente Galibis o Caribes ) son una etnia amerindia del norte de Sudamérica, se dividen en diferentes tribus o grupos independientes que comparte la lengua y ciertas tradiciones.


Se ubican específicamente las Guyanas, Venezuela y Brasil:

  • En Brasil, habitan en la localidad de São José dos Galibi, ubicado a lado del río Oyapoque, también en las ciudades de Macapá y Pará).
  • En Guyana ocupan la región del río Cuyuni, en la frontera con Venezuela)
  • En Suriname ocupan la región del río Coppename y de la franja noroccidental del río Maroni).
  • En la Guayana Francesa viven en las comunas de Awala-Yalimapo, Saint-Laurent-du-Maroni, Mana e Iracoubo, también en algunas pequeñas comunidades en Kourou y Cayena)
  • En Venezuela, donde vive el mayor número de kariñas, ocupan los llanos del valle de Orinoco y en la región del río Cuyuní(en camurica o moytaco y otros pueblos)

Son tradicionalmente nómadas y actualmente viven un proceso de transición a la vida sedentaria debido al avance de la explotación minera y agrícola moderna sobre su territorio tradicional.

Su actual organización comunitaria está compuesta de un capitán electo por cada comunidad, un capitán general electo por los capitanes comunales. Los Kari’ña forman parte de la organización regional llamada Federación Indígena del Estado Bolívar (FIB).

Kari'ñas en Venezuela

En Venezuela el pueblo kariña está asentado principalmente en los Estados Anzoátegui, Bolívar, Monagas y Sucre. La lengua kariña es hablada por unas 11.000 personas en Venezuela. En el Estado Anzoátegui, persisten 25 comunidades kariñas con unos 4500 habitantes. Están esparcidos por la Mesa de Guanipa, en caseríos como Tascabaña, Bajo Hondo, Mapiricure, kashama, camurica, moytaco etc.

Costumbres

Los kariñas comparten con otros pueblos del caribe hablantes elementos de un modelo de estructura social basado en la familia extendida, formada por un hombre casado, su esposa, sus hijos solteros y sus hijas casadas, más los esposos de estas y sus respectivos hijos. en lo político destacan la desentralización, ya que cada aldea o comunidad es autónoma, y la figura del dopooto o gobernador, cuyo liderazgo se fundamenta en el prestigio personal; en la extensión de su red de parentesco, y en su capacidad de persuasión, puesto que sus decisiones no son coercitivas sino producto de un amplio consenso. El cacique o dopooto actúa ante todo como intermediario entre la comunidad y los criollos. La producción económica de los Kariña se basa en la antigua técnica de agricultura de "conuco", la recolección estacional, la caza y la pesca. En lugares como la Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui, Venezuela, donde se concentra un gran porcentaje de la población kariña, este sistema tradicional de producción ha ido modificándose debido, entre otros factores, a la explotación petrolera, y al hecho de haber quedado cercada la población kariña entre ciudades y hatos criollos (tierras de personas no-kariñas). El largo contacto del pueblo kariña con la sociedad criolla ha originado múltiples cambios en las manifestaciones culturales que usualmente sirven para identificar a los indígenas (vestido, tecnología, vivienda, etc.) La mayor expresión de estos cambios se refleja en los kariñas que han migrado a ciudades cercanas a su comunidad, insertándose en la forma de vida de estas. En el suroeste del estado Anzoátegui han adoptado un modo de vida basado en la ganadería vacuna como resultado de la aculturación con la población criolla. No obstante, han logrado mantener su identidad étnica como segmento diferenciado de la sociedad nacional, su idioma, código de expresión de innumerables relatos.

Los kariñas mantienen muchas de sus tradiciones ancestrales, hay tres de sus rituales que son considerados como los más importantes: “el baile del Akaatompo, celebrado el 1º y el 2 de noviembre, en esos días conmemoran la reencarnación de los seres queridos que han fallecido. El día 1º se celebra con los niños, quienes salen de casa en casa y van bailando y visitan las casas donde haya fallecido un niño. La familia anfitriona los recibe con cantos, bebidas y comida. A partir de las 12 de la noche, arrancan los adultos y exactamente igual van visitando las casas y el cementerio. El Bomankaano es un ritual que se realiza a los ocho días después de muerta una persona; los familiares se bañan con un agua que se prepara con cardón y piedras blancas, el agua se pone helada y ellos se bañan para tomar el luto, esto representa para ellos la purificación del alma. El Bepeekotono, que es el retiro del luto, cuando el difunto cumple un año de muerto. Esto consiste en quitarle la pollina a la esposa del mismo, pues más que todo son las mujeres; sin embargo, hay hombres que también lo hacen, ellos le brindan una botella de licor, o la bebida típica de nosotros, que es el kashire, y quien le va a cortar el pelo debe tomarse media botella de esa bebida que le está dando el que se va a quitar el luto.” Los kariña tienen un dios, un espíritu llamado Capuano, "El Señor de Todo". Creen también en la religión católica, pero no mayoritariamente.

El pueblo kariña posee también una danza tradicional llamada "Mare Mare", baile colectivo, grupal, para estrechar las relaciones del grupo. El canto es monótono y grave, y se baila en círculo o rueda. Para los kariña, tiene tanta importancia el baile que los héroes celestiales crearon el mundo con el poder de la danza, y toda la tierra es la obra mágica de los primeros bailarines. La propia existencia de los seres humanos es el resultado del baile antiguo. Por eso, bailar es asegurar la continuación de la existencia. Parece ser que en sus comienzos el Mare-Mare era un simple canto. Luego le introdujeron instrumentos de viento como la flauta o pitos, y el tambor Kariña (pequeño y de cuero de venado o chivo). Más recientemente se le incorporó el cuatro y hasta guitarras y bandolinas. El Maremare es un espectáculo muy vistoso. En las fiestas patronales de algunos pueblos lo bailan por las calles los criollos con atuendo de indios. Según la leyenda, cuentan que el cacique Mare Mare, que estaba ya muy viejo y enfermo, debió partir hacia el sur y murió en el camino. Lo enterraron apresuradamente, sin poderle rendir el homenaje que se merecía. Como desagravio, cada año su pueblo hacía una peregrinación al lugar donde lo habían enterrado, cantaban, bailaban y recordaban su vida. Así nació el Mare Mare, de una gran vitalidad, que se baila y se canta en todas las fiestas kariñas y que se ha convertido en el elemento fundamental de su identidad.

En la actualidad, la educación bilingüe de los pueblos indígenas en Venezuela está garantizada por la constitución de la república, siendo la lengua kariña utilizada por los docentes en las aulas de las comunidades indígenas, fomentando así el empleo de la misma y reafirmando los valores de su cultura.

Un dato curioso es que en muchos colegios urbanos de comunidades no indígenas de los estados orientales de Venezuela (Anzoátegui, Monagas, Bolívar) se enseña a los alumnos el Himno Nacional, tanto en español como en lengua kariña.

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